4 + 2

Hace un par de semanas he comenzado a trabajar todas las mañanas en una clínica veterinaria. No soy Veterinaria (como sabrán la mayoría de mis lectores), pero pues sí estudié la carrera (casi 2 años) y sé qué hacer y qué no.

Todos los días son una experiencia increíble, trabajamos muchísimo!!! Hay casos tristes y súper dramáticos, casos de negligencia humana, de crueldad, de hipocondria, casos felices etc.

El primer día que fui a trabajar todo era sencillo, tuvimos un par de chequeos de rutina, unas suturas, nada del otro mundo; mas el segundo día tocó operar a una Pincher de 4 kilos, había que quitarle los ovarios y el útero, procedimiento que comúnmente se llama: Histerectomía u OVH. Entré al quirófano, me puse el pijama esterilizado, el barbijo y toda la predisposición para hacer un buen papel para ayudar en lo que fuera... Éramos seis personas; dos médicos, tres estudiantes y yo, la fiel ayudante. Anestesiaron al animal, la pequeña no cesaba de ladrar y gemir, fue muy difícil que se durmiera! Cuando... Primera insición: piel y tejido adiposo (grasa), segunda insición: tejido muscular y... Tuve que salir corriendo con la cara más pálida que una hoja de papel y con ganas de vomitar todo lo que había ingerido esa semana, mas no lo hice, me tomé un mate de coca con mucha azúcar y me levanté a llenar fichas clínicas. La operación fue un éxito, pero me dolía no haber podido estar dentro, cuando he visto cosas mucho peores en vacas, chanchos, perros y gatos, pero esta vez, lo dejé pasar...

Al día siguiente, tuvimos a un Bóxer en el quirófano con un tumor anal espantoso. Yo controlaba la anestesia, éramos -esta vez- sólo cuatro; un médico, dos estudiantes y yo. Todo iba fenomenal, cuando el can en cuestión, comenzó a vomitar... No!!! Tuvimos que intubar al mejor estilo de ER, y el perro comenzó a convulsionarse!! Ese día pensé que se nos moría en la mesa del quirófano, pero no, el perro se puso bien y vivió, (aunque debe comenzar con sesiones de Quimioterapia pronto, pues el tumor era altamente canceroso).

Y así, los subsiguientes días me tocó ver sesiones de Quimioterapia en una Chow Chow llamada Dona, sacar placas radiológicas a un Chihuahua que se cayó del quinto piso, extraerle dos colmillos a una Cocker con problemas de coagulación (un show), también nos trajeron a una gata recogida de la calle que estaba llena de parásitos (murió en mis brazos y lloré, pero nadie me vio), en fin, muchos, muchos animales pasaron por mis manos en estas últimas semanas...

El trabajo me fascina, me encanta poder hacer sentir a un animal mejor!! Ya me doy cuenta de tan sólo verlos, cuán escandalosos van a ser, cuánto van a llorar, etc. Lo que me recuerda, a mi amado Rex, un Husky Siberiano de 13 años, al cual nunca le descendieron los testículos! Entonces, ahora a los dueños se les ocurrió preguntar si era normal; pues no, no es normal! Idiotas... Anyway, la cuestión es que se le hizo una ecografía y el perro lloraba como damisela en peligro (era muy chistoso) y los testículos en teoría, medían algo así como 13 cms.
Luego de hacerle varias pruebas de sangre para ver si valía la pena o no operar, se decidió hacerlo, puesto que los testículos ya no eran testículos, sino tumores de más de 1 kilo y obstruían todas las vías del animal... La operación fue exitosa y no me indispuse, ahora pienso que lo de la Pincher fue puro drama de mi psiquis.

Ahora, la razón para escribir este post, fue el milagrito que ocurrió hoy, hace unas horas... Llega a consulta una señora con su gata Siamés de 10 años. La gata, llamada Samantha, tenía contracciones, y un embarazo avanzadísimo! Se le hizo una ecografía, las crías estaban supuestmente muertas y la gata comenzaba a crear una infección intrauterina muy peligrosa... El médico principal no le dio un buen pronóstico, la teníamos que operar de urgencia, y ponerle anestesia a una gata de 10 años, cosa que es muy peligrosa, pero lo hicimos. La dueña estaba desolada, se sentía muy culpable (no es para menos, pues a quién se le ocurre dejar a su animal de 10 años quedar encinta)?? Pero bueno, mientras le poníamos un sedante antes de llevarla al quirófano y todo me preguntó:

-Camélida, va a estar bien, verdad?? Yo me muero si la gata se muere
-Yo: mira, el diagnóstico no es bueno, la gata es vieja y las crías llevan muertas dentro de ella muchas horas...
-Señora: pero Camélida! Esta gata nunca sale, es una santa, se embarazó por un descuido! Pues cuando está en celo yo la encierro.
-Yo: señora; dejar a su animal en celo encerrado, no garantiza que no se escape. Los animales en su mayoría se aparean por instinto, porqué no hizo que la esterilizasen antes?
-Señora: por la cuestión de la anestesia..., me da mucho miedo, es que es muy vieja!
-Yo: pero señora, acaso se acaba de dar cuenta de que la gata estaba embarazada?? Sabía que esto iba a pasar... Lo más cruel que le puede hacer un dueño a su mascota, es no esterilizarla.
-Señora: perdón, tiene razón... Pero Camélida, se va a salvar? Por favor, dime que sí.
-Yo: esperemos que sí, señora, igual, la gata está en buenas manos.

Tachaaannn!!! La cirugía comenzó a las 12:30 del día, la gata estaba bien anestesiada, éramos cinco personas en el quirófano; dos médicos, dos estudiantes y yo.

Fue cruento... Casi 14 cms de abertura en la pancita; llegar al útero no fue fácil, la gata sangraba mucho (mas una transfusión no fue necesaria), y apareció el útero... Violetáceo, rojizo, rosado, con venas circundantes y líquido amniótico que quería salir. La intervención tardó casi una hora hasta que quitaron todo el útero con las crías; el doctor puso al útero en una vasija y continuó operando a la gata cuando...

-Yo: doctor? El útero se mueve.
-Doctor: qué? Haber, revisen! Puede que una cría esté viva!

Los dos estudiantes abrieron con tijeras al órgano, y los minúsculos cuerpecitos se movían!!!!

El quirófano se convirtió en un caos, buscando toallas esterilizadas, pinzas, tijeras, etc., comenzamos a sacar a los gatos uno por uno y le pedimos a otro estudiante que entrase para ayudar. Cogíamos a los gatos diminutos y los sacábamos de su retazo de placenta pegada, los envolvíamos en paños esterilizados y los limpiábamos con un poco de fuerza para reanimarlos!! Les abrimos las bocas, les pusimos una gota de glucosa bajo el paladar y les sacamos las secreciones con una jeringa (sin aguja) de sus diminutas naricitas... Uno por uno, los metimos en una incubadora improvisada, pero dos de ellos no reaccionaban, y no reaccionaron. Eran seis gatos, sólo sobrevivieron cuatro, pero yo me quedé casi 15 minutos con los difuntos intentando hacerlos vivir, pues me negaba a que se fueran... Luego de que los seis estaban -supuestamente muertos- los iba a dejar?? No lo hice, pero era tarde, los gatitos ya se fueron.

Lo gratificante de la situación, fueron los cuatro sobrevivientes... Los dieron por muertos, y si no veía ese movimiento que vi, seguro los dejaban en la vasija y morían de frío... Los cuatro gatitos descansan y están bien y con buenas probabilidades, y hoy me siento como una heroína, porque vivieron. Y sí, los ojos se me llenaron de lágrimas de nuevo, so: fackaff.


Permiso, me voy a comer.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La Pequeña Gran Democracia

Sois un Gilipollas

Hoy