Comadreja mezcalera

Mi comadre odia a todo el mundo. Sí, ¡a todo el mundo! No comadre comadreja, do not. Creo que no sirve odiar, porque al final terminamos envenenándonos nosotros y amargándonos la vida como yo (hasta hace un par de meses). ¡¡Fatal!! Si bien mi comadre tiene derecho a tener esta fase en su vida, espero que no sea a largo plazo, pues una futura espirante al Pulitzer ¡no puede odiar a todos! Al final, su speech cuando reciba el premio, ¡tiene que estar dedicado a alguien! Perritos, gatitos, papás y pingüinos.

¡Comadre! ¡Tú! ¡¡Activa tu muro en esa red social que tanto detestamos pero que en el fondo amamos -paradoja-, para poder escribir de vez en cuando, alguna desfachatez como esta!!

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La Pequeña Gran Democracia

Sois un Gilipollas

Hoy