Pequeñas delicias de la vida conyugal



-         Colguemos el cuadro de A Garota de Ipanema en el rincón azul.
-         ¿No iba a ser guindo? ¿Guindo y terracota?
-         Aja, pero es que el marco del cuadro va más con azul. Te escribí eso en el mail, ¿no te acuerdas? Dijiste que no importaba el color al final…
-         No, dije que el color no importaba, mientras lo aprobáramos los dos. Yo nunca aprobé azul.
-         Yo nunca aprobé guindo…, ni terracota.
-         El guindo estaba fuera de discusión, desde hace más de tres años.
-         Hace tres años, me gustaba el guindo.
-         ¿Ya no te gusta?
-         No es que no me guste, es que ahora me parece que el azul quedaría mejor.
-         ¿Por qué no el guindo?
-         Porque lo vi en una revista, y no me gusta cómo queda.
-         ¿Qué revista?
-         Una.
-         ¿Cuándo?, ¿y porqué no vi la foto yo también?
-         Hmm… ¿No sé?
-         Ya, ¿entonces porque viste en una revista que no te gusta el guindo, decidiste -tú sola- cambiar de guindo a azul?
-         Vos estabas en Sussex.
-         ¿Y?
-         Y eso, estabas ocupado, -como siempre-.
-         ¿Qué? ¡La ocupada toda la vida eres vos! Te dije mil veces de ir a Ikea en Dusseldorf cuando estaban haciendo la venta de invierno; -no te dio la gana-, y lógico, yo no me fui sólo a Ikea para comprar lo que a mí me pareciera, ¿no?
-         Era que vayas pues.
-         ¿Qué te acontece? ¡Así no son las cosas! Se supone que tenemos que decidir juntos, pero tal parece que la pared ya es azul.
-         No. Y bueno, si tanto te fatiga, que sea guinda, rosada, anaranjada o café; me da igual.
-         ¡¿Qué te pasa?!
-         Absolutamente nada.

Te tocas la barba, me miras y sonríes con ironía, no crees que está pasando.

     -     Honestamente…, me da igual. Igual siempre terminas haciendo lo que te da la gana.
    -   ¿Yo? ¿Yo hago lo que me da la gana? ¿Quién se fue a Tenerife hace un mes para conocer a un     desconocido? ¿Quién se fue DOS, no una sino DOS veces a Lyon a comprar literatura barata que resultó ser más cara que la mierda? ¿Ahh?
      -   ¡Ja! No lo puedo creer. ¡Haz lo que quieras!

Pienso… “Como siempre” ¿cómo siempre?

     -   Hey. Basta…, puede esperar. Dame el cuadro, el marco es combinable con azul, guindo, amarillo, naranja o rosado… ¿No ves el marco?
       -    Sí, lo veo.

Caminas unos metros. Buscas el disco en cuestión, lo insertas en el equipo de música y las primeras notan comienzan a asomarse.

Abro la mejor botella de vino (from Portugal, yeah baby), saco dos copas (those brazilian ones, amazing)!!  Te miro mientras intento descorchar la botella, las disculpas otorgadas flotan en el aire.

      -    Te amo.
      -    Yo a ti, ¿bailamos?
      -    Sí, ¿luego me haces el amor?
      -    Por supuesto…


Olha, que coisa mais linda, mais cheia de
graça, é ela, menina, que vem e que
passa, num doce balanço, a caminho do mar.
Moça do corpo dourado, do sol de Ipanema, o
seu balançado é mais que um poema
é a coisa mais linda que eu já vi
passar...


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