Trastocada Yo

Trastocada:

Toda la noche ha soñado con el sonido de los nueve mil cuchillos y navajas siendo afilados contra la pared mestiza.

Se ha despertado sobresaltada por la excitación y el morbo que le provoca el sonido del filo de las mismas; las chispas musicales que se desgarran del brillo del macizo acero.

Es la madrugada y no ha podido conciliar el sueño, entonces se ha levantado para tomar café. -Toma café-, se acuesta de nuevo.




Basta.



Se ha levantado, se ha confinado en el baño, muchas palabras de placer ha propagado y decide -bien-, bañarse entre pelajes y agua color chocolate.

Comienza su faena, el filo de las navajas la espera, es casi tan increíble como montarse en estrellas!! No, no tanto, o tal vez!

Primer cogote blanqueado, olor a lavanda, se filtra por sus narices con un rastro de barba…, toma el pescuezo firme, siente la traquea, saliva tibia que todavía desfila por su frágil garganta y en menos de cuatro segundos sus manos se inundan del tibísimo líquido potencial de sus entrañas.



-NO…, de las entrañas del cuello olor a lavanda-.



Siguiente!!! Negra azabache, pequeña como rata, no pesa más de tres kilos y ya tiene barba! Zaz! Primer navajaso; rebanada la oreja derecha; ¿cómo escuchará a Neil Diamond ahora? -Demasiado tiempo, la otra oreja ya ha sido de su base saqueada-.
Obesita y enana, corretea sin ganas, sus orejas sangran y le nublan el alma! Pero ella la sigue; tiene otra navaja, más fila, más brillante, es hasta elegante! Con un certero corte le ha rebanado la cola diminuta; cosita peluda que todavía reacciona a acciones humanas…

Corre, se esconde, le duelen las patas, está envuelta en sangre y vomita con ganas! Bajo la cama de metal oxidado se siente tan débil, siente que se duerme; -no-, tal vez sólo es la muerte.

Siguiente!!! Felino zopenco que ha venido a caer a sus garras, los dientes los tiene entre sus entrañas, corta la cola en un solo movimiento, escupe palabras y luego lamentos! El gato escapa no se dónde, no sé cómo, mas escapa.

Siguente!!! Bicho enrulado en matices de bronce, toma sus pelos como si fueran dos postes; los jala y los mutila, sus ojitos se petrifican, sabe que ha llegado el momento de decir adiós a su hordita…, certero el corte, en plena cabeza, el hueso no sede, solo lo alimenta, fugaces miradas de odio en colores el shock es tremendo, vomita canciones.

Manos rojas/guindas. Olor a pulmón, sangre ultra viscosa se filtra en sus pies; uñas rojísimas -como si fuera una diva- sonrisa maliciosa “es simplemente una cría”; objeto del deseo para esta manía, trastocada como le dicen, que no se queja ni se enfría…

Orgasmo lúdico de sangre en sus pies, rodillas, manos y codos! Se siente tan bien?! Lo ha superado! Hocicos chiquitos y grandes dan vuelta al manzano, huele a podrido y no es tan sano.

Trastocada yo, trastocadísima yo…, me embriago con el sonido de las navajas fulminantes que cantan mi canción, “mañana comenzamos con otro montón, al final se merecen eso por lo que son”…, “yo he parido!! No es estético pero es real, cicatrices surcan toda mi humanidad; entonces porqué ellos no”?



Trastocada yo.



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