Querido Wolfango: (cinco)

Solamente escribo porque necesito desahogarme Wolfango. No has respondido la otra carta, tampoco lo esperaba, pero hey, al final de a poco voy perdiendo la fe en ti y en tu tratamiento "a largo plazo".

Te cuento que le hice caso a Freud y a Lacan. Entonces fuí donde uno de sus representantes bolivianos y no me gustó. Se llama Cosme Fulanito* y pues nada, hablé, parlotée, casi lloré pero como que no me sentí del todo cómoda -a pesar del diván del siglo XIX- y luego zaz cholita! La transacción monetaria inefable, salí deprimida y con la cabeza llena de avispas africanas.

Luego me puse a hacer todos los asuntos que debía hacer ese día (muchos); como era el cumple de dos de mis mejores amigas, me puse en campaña para llamar a una (vive en Centro América en un barquito) y la otra pues que vive cerca de mi parcela..., dicho y hecho, me concentré en que todo saliera bien. Salió bien. Pero yo no estoy bien.

Esta semana se definen muchas cosas Wolfango, ni siquiera he tanteado terreno contigo porque me da TERROR que me digas que no estoy haciendo lo correcto. Al final no sé si me importa tu opinión (sin ánimo de ofender), pero es que te has olvidado de mí Wolfango, ni siquiera mereces éstas líneas.

En unos días más voy. Voy y veo y siento y me daré cuenta..., no estoy nerviosa (mentira, claro que lo estoy); es que solamente pretendo ser fuerte! Han pasado dieciocho meses Wolfango! Estoy lista??? Creo que no, pero es algo que tengo que hacer antes de que sea demasiado tarde <- qué cliché más verídico.

Hmm, no sé qué me pasa, y no sé ni porqué te escribo; la falta de inspiración ha llegado para quedarse Wolfango y honestamente no sé qué más hacer (no por andar escribiendo huevadas), sino más bien por no saber qué hacer con ese asunto, con ese otro y todo lo demás.

Y el viaje (el otro) allá, allá. No se hará posible nunca, entonces veo todo cada vez más borroso e imposible, pero no puedo evitar sentirme mal, ¿soy la mala? Capaz. Igual es irrelevante en este momento por razones obvias. Su ausencia se me hace cada vez más inmensa, es como si todo lo que dijera lo haría por decir y no por sentir, entonces -una vez más- me encuentro en el mismo espiral de palabras inventadas intentando levatarme y hacer las cosas "bien" pero..., ¿qué está bien?

Es lo seguro o lo inseguro. Lo convencional o lo nuevo. El pasado o el futuro. ¿Dónde me escondo? Ya no entro en ninguna de mis dos perras y el gato me da alergia. Ya no quiero escaparme al sol. No tengo dónde esconderme y no sé si es bueno o malo.

Responde Wolfango, ¿dale?


*Cosme Fulanito nombre ficticio de mi psicoanalista por razones obvias.

Comentarios

  1. Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

    ResponderBorrar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderBorrar
  3. Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

La Pequeña Gran Democracia

Sois un Gilipollas

Hoy