¿Qué hacemos acá?

Dicen que entre una camada de cachorritos siempre nace uno débil y –eventualmente muere-, sea éste aplastado por la madre (por la naturaleza sabia que incita a la misma a hacerlo porque –sabe- que el cachorro no tiene posibilidades), o bien el perrito termina muriendo de hambre y/o de frío porque éste es rechazado por la progenitora.
A veces llegan a sobrevivir un par de días, pero el calostro (primera leche llena de nutrientes, -indispensable para su supervivencia-, no abastece para todos), y menos para éste o ésta marginada cachorra, entonces, -muere-.
Esto ocurre en miles de especies animales, pero la vemos más comúnmente en perros y en gatos.

Mientras más animales nazcan, hay una tasa más alta de muertes. Imaginemos que nacemos en una camada de perros, somos tú o yo más 8 hermanitos, el panorama está claro, alguien va a morir.

¿Pasa esto también en la raza Humana? Digamos que no.
Hay embarazos de gemelos, trillizos, cuatrillizos, sextillizos, octillizos y –maravillaos- no sé dónde sé, pero hay un caso aislado donde han nacido nueve niños vivos de una misma madre un mismo día. Los niños, oscilaban entre 500 a 900 gramos, midieron entre 16 a 22 cts. ¡Toda una proeza médica y humana!
Claro que aún no sabemos cómo será el desarrollo físico, emocional y cognoscitivo de estos pequeños bebés, puesto que el parto fue adelantado varias semanas y los bebés estuvieron bajo luces tibias que los empollaban durante más de cinco meses (creo que ni cinco meses tienen), así que comienzo a suponer cómo ha sido el desarrollo de éstos bebés.

Además de las luces empolladoras, han sido –todos- sometidos a inyecciones de vitaminas y X compuestos para el desarrollo de sus pulmones, tejidos, cerebro y demás organitos.
Imagino que si se los ve de cerca, son una suerte de bebés semi albinos, diminutos y hasta medio monstruosos, así transparentoides y tan frágiles que ni sus padres deben querer tocarlos, por miedo a que se les hunda la piel y las venitas verdes se revienten.

Ya sabemos –o espero que sepan- que hay más de 3 casos de bebés octillizos que han vivido y que ahora gozan de excelente salud y que se desarrollan como cualquier niño. Un claro ejemplo son esta camada humana de bebés coreanos con yanqui (me suena a algo así como Chiwawa con Sharpei). Ocho niños que nacieron por inseminación… ahh no, ¡carajo! Me acabo de acordar que en realidad son seis, pero que antes de ellos nacieron un par de gemelas, entonces por eso el programa se llama: “Jon & Kate plus 8”. Pues sí, es sobre esta parejita que tiene a sus ocho críos y se los muestra en “situaciones cotidianas” con los ocho críos. Pues bien, a donde apunto es a que hay casos –mundialmente reconocidos- de octillizos, septillizos, sextillizos y los demás “izos” que andan vivos y felices en la vida; claro que cuando comenzaron a darse este tipo de embarazos perrunos, los doctores sabiamente aconsejaban a los padres de hacer “una intervención” y remover a unos dos o tres embriones para que el resto tuviera campo. Entonces, a través de un aborto “justificado” se extraía a tres embriones y los otros cinco, o cuatro quedaban libres del trauma abortístico y llegaba a término.
La medicina mejora cada día, entonces hay parejas que toman el riesgo de traer al mundo a la camada completa, sin escatimar riesgos. Solamente se enfocan en el bienestar de sus bebés y en la “fama” que éstos traen bajo el brazo. Ohh, error mío, no tengo que poner juicios de valor, lo sé.
Ya. Entonces la camada humana nace, viven, los ayudan los primeros meses con inyecciones de vitaminas, sueros milagrosos, máquinas empolladoras y mil medios masivos preocupados por el bienestar de los conejos, digo los bebés.

¿Y qué hay de los bebés que nacen solitos? ¿De los que jamás tuvieron embrión compañero al lado? ¿De aquellos marginados que sí tienen hermanos mayores y/o menores, pero que estuvieron solitos desde el principio? ¿Qué hay con ellos?
Pues bien, la mayoría somos de esos… no pertenecemos a la camada humana, como los célebres nuevillizos, octillizos y demás, pero al fin y al cabo nacimos y estamos acá por algo, ¿verdad?
FALSO. Yo, personalmente, no sé para qué estamos acá, yo preferiría estar allá.
Ahorrarme toda la lata de estar viva, de tener que hacer cosas “buenas” y de ser una persona decente y una profesional excelente, más adelante ser una mamá modelo y luego una esposa formidable ¡y después! ¿Y después qué? Al final, ¿qué carajos se supone que tenemos que hacer? No nacimos con el manual de instrucciones. Aún así hay seres humanos y “seres humanos”. ¿No? ¿Dónde te catalogas tú? Yo no tengo idea de dónde pertenezco yo. Probablemente nunca me lo responda y, la verdad, tampoco tengo ganas de matarme los sesos y continuar con lo mismo… lo mismo… mismas preguntas, mismas respuestas, y al final todo se resume a ese hueco que queda en la panza de… ¿qué hacemos acá?

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