Apología a las plagas

¡Auxilio! ¡Ayuda!, ten, ten, lleva la comida a un recoveco protegido, lleva también a las larvas y a los pelos.
¡Apúrense! ¡Dejen a los viejos, ya no se puede hacer nada por ellos! ¿Qué? ¡No me importa que estén llorando!
¿Ya llevaron las vituallas a mejor recaudo? ¿Más o menos cuántos gramos son? ¿Qué?
No, pues la verdad es que no sé. Dijeron que eran dos tipos, pero al final los del túnel C afirmaron que eran tres, o cuatro… ahorita la cantidad de tipos no importa, hay no más que entrar en pánico. Lo que me huevea es que invertimos tanto tiempo en hacer los simulacros; ¡y hoy que pasa de verdad, todos parecen idiotas! ¡Ya sabía yo que no debía de meterme a estos hueveos politiqueros! ¡Y menos en este puto túnel! No, no, no es contigo el problema, ni con mis superiores o los tarados que tengo por debajo, lo que pasa es que en este túnel ¡hay demasiada desorganización! Aquí entre nos, debería volver a haber una masacre como la del ’97, o mejor aún, como la de 2006. ¡No! No soy una dictadora, pero es que, shhh ¡déjame hablar, idiota! Pero es que la vez del ’97, aunque no habíamos nacido, y mucho menos la vez de 2006, donde tampoco habíamos nacido, los líderes tenían eso: capacidad de liderazgo. ¿Yo? ¡Yo sí soy una líder! Lo que pasa es que tengo que ser blanda porque sino el túnel se me rebela, ¿y qué carajos se supone que hago en ese momento? No. Yo creo vehementemente no más que un Santisteban y un Rojo harían maravillas en este túnel… y no sigas con lo mismo, ¡no soy una dictadora! ¿Qué no te das cuenta del pánico? Ya han mil larvas muertas, ¿no sientes el olor? Es fuerte… ¡es el narcótico más fuerte de todos!

Un, dos, tres.
Cien, doscientos, trescientos.
Mil, dos mil, tres mil.
Cien mil, doscientos mil, trescientos mil.
Un millón, dos millones, tres millones.
¿Todos muertos?
Sí, todos muertos.
Ya. Seguimos vivos, huevón. Vamos a reproducirnos y a formar una nueva colonia… esta nueva colonia no va a saber de Santisteban ni de Rojo. Ésta colonia va a saber solamente de ti y de mi. ¿Te parece? Ya, con eso lo afirmas… por lo menos nos salvamos… sí, nos salvamos.

*Oda a las garrapatas muertas esta mañana en mi casa.
Fueron cruelmente asesinadas por esos fumigadores detestables. No sé exactamente cuántas murieron, solamente sé que dos sobrevivieron. La tirana y su novio. Sí, la tirana y su novio.

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