Entradas

Mostrando las entradas de febrero, 2014

Querido Wolfango (nueve)

Hola Wolfango, vengo con bandera blanca, en paz, sin insultos para ti esta vez. Quizás de sopetón maduré y ya me da flojera insultarte, a pesar de que sigo convencida de que eres el peor psiquiatra/psicólogo que me tocó en la vida. Hace tanto que no escribo, hace tanto que no te necesito... Porque eres un boludo. Perdón Wolfango, sin insultos.  Hoy me han negado al perro. Pino se llama, me han dicho que le han encontrado casa con otros y me he cuestionado Wolfango, porqué no me escogieron a mi? He pensando en los pros y contras de la adopción de Pino, y sigo espantada por la decisión infame de negarme custoria final del canino.  Viene el pensamiento con destellos infantiles de encargarle al destino un hijo, una hija, un ser a quién amar y poder cuidar el resto de mis días, pero soy muy joven para ser madre y muy vieja para ser tía; me explico? Ay Wolfango, qué complicado. Al final no sé quién cuidaría de quién, por eso pues, quiero un perro. Que cómo comparo un hijo con un perr