Entradas

Mostrando las entradas de 2011

Tres amantes y un venado

En su rincón intenta entrever lo que están haciendo. Por más que la música sea fuerte, las imágenes tienen sonido. Mira como levanta su gigante mano y cómo la golpea con firmeza sobre la mesa. Los vasos tiemblan, los platos vibran y los cubiertos resuenan. Ella se queda atónita, esperando -obediente- la envestida en su cara, en su cuerpo, o donde sea que hoy él desee golpearla. Son una, pero son dos. La que escucha música y oye las imágenes en una esquina, y la presente, la que recibe los golpes que ahora parecen ser indoloros. Acaba la primera canción, y en los segundos donde comienza la otra, escucha el gruñido gutural del verdugo. Piano. Le cubre la boca con una mano y le golpea la cabeza con la otra, luego baja la mano que está en la boca hacia el cuello, lo presiona y la golpea bastante fuerte contra la pared. Eso, -seguro- le costará la vida que carga. La del rincón sigue mirando y repara en ponerle el máximo de volumen al aparatejo reproductor de música, pero
Voy a amarte hasta el día en que deje de amarte...

Querido Wolfango (siete)

Es un estúpido!!!!! Lo detesto!! He llegado al punto en que ya no puedo más y: -o voy a cometer un asesinato- o: voy a drogarme con pasto hasta que se me pase el odio visceral que siento por este individuo!!! Y vos qué me miras Wolfango! Según tu esquema de 2 pesos mis pensamientos deberían estar ligados a mi comportamiento junto con mi cuerpo y estos tres a su vez crean un sentimiento , no?? Me pregunto... De dónde sacaste esta mierda?? Me dijiste que era una corriente gringa recién nacida, no?? Boludeces Wolfango! Yo prefiero tus métodos de tortura tradicionales!!! Tú eres de la vieja escuela, y allí deberías quedarte... No vengas con tus cuentos de la "nueva era" que no te quedan viejo decrépito!!!! Me cuesta respirar por el odio que siento... Quisiera clavarle dos tenedores - de plata-  en sus dos horrorosos ojos cafés! Quisiera que sepa en vivo lo que pienso de su boludéz extrema y de su fracaso como ser humano viviente!!!!! Palabras me faltan, insultos

De los arrebatos de noviembre (una vez más)

Sí! Quizás con esta entrada declare -una vez más- la estupidez humana y firme en los puntos sellados mi renuncia al mundo como lo conozco y mi muerte rápida venga ya! Pero de la misma forma en que firmo el contrato de mi muerte, me gano el Cielo -una vez más-  porque gente como yo no compatibiliza con el mundo! Fuera de pretender sonar más emo que Kudai, acá les va mi relato. Hace meses que intento encontrarme a mi misma, y a través de la gente encuentro pedacitos que me llevan a mí... La cuestión es que -siempre lo he sabido-, pero hay gente que no merece una sonrisa, no merece una caricia o una mirada de amor; hablemos pues de Andreas. Andreas es un tipo que se consolidó como jefe supremo de si mismo relativamente joven (como a los 40) y qué va, realmente joven! Tiene un imperio turístico bajo sus pies, gana mucho más de lo que cualquiera que lee este blog gane (o la misma que escribe) y tiene una vida fácil, (por no decir regalada). Andreas tiene tres hijos; dos niños y una

Eso quiero

Quiero que me quieras por lo que soy. No quiero que me quieras por mis labios suavitos. Tampoco por la división perfecta que hay entre mis dos minúsculos pechos. Mucho menos por mi ombligo salvaje. Quiero que me quieras por todo lo que fui, soy y seré. No por las tardes que caminamos de la mano. No por las noches interminables de deseo, susurros, palabras in-en-ten-di-bles... No porque conozcas todos mis pecados, o todas mis virtudes... No. No por las veces que llovió estando juntos. Ni por las canciones y videos inventados... Canciones en francés, inglés o lo que fuera... No por el opio. No por los ácidos. No por la verde. Quiero que me quieras por todo lo que represento. No por los tatuajes. No por los lamentos y las risas. Tampoco por los gatos o los perros. Ni por los roedores. Ni por la perfección de tu silueta sobre la mía. Ni por tus gemidos, (o los míos). Ni por las direcciones, ni por las tabletas. No. Quiero que me quieras porque soy l

Querido Wolfango (seis)

Imagen
Hola. Según esta cuestión esta es la sexta carta Wolfango... Pero que yo recuerde son muchas más! Verdad que si?? Bueno, en todo caso, eso carece de importancia, pues he vuelto... "No estaba muerta, andaba de parranda" (como leí una vez), me pareció simpático. Ay Wolfango, no me hagas caras... La verdad es que he venido en son de paz, no quiero mandarte a la mierda o viceversa, es más, hace un rato, mientras tomaba una ducha antes de venir, tenía las palabras exactas para la carta, -que como ves- esta casi vacía... Acá en mis manos tengo las palabras y es mejor decírtelas pienso, no sé capaz y si. La sequía mental de la que te hablé... Quizás haya llegado a un límite, y ahora ha rebalsado, llenando mi mente de flujos interminables de sabiduría, palabras al revés, canciones en inglés y muchas ganas de sacar lo que tengo dentro, pero así, con esa cara Wolfango, no te quiero. Mira, te traje una foto de unos amigos míos.   -apuren!, antes de que se de cuenta de adonde va-

¿Barcelona o París?

¿Porqué te sigues dando de latigazos frente al que no importa? Como un reloj cucú, esperando a que salga el maldito pájaro y ver su diminuta belleza que dura unos cuantos "cucús" Y si de una vez entierras al muerto, este no viene por las noches a susurrarte por la oreja que -aunque muerto esté- ¿nunca va a dejarte? O como cuando caminabas por las calles en Bruselas y todo te parecía tan francés o tan flamenco que en tu fuero intento, ¡pretendías ser de la realeza! Si me ves, te he amado, si te veo; ya no sé Si un par de ácidos te han dejado así, ¡imagínate lo que un par de antiácidos podrían hacer! O quizás, si al despertar una cualquiera y común mañana te has dado cuenta de que el que duerme a tu lado no es más que un posero políglota, enfermo de ti y de mi... ¿Lo seguirías en su trajín? O si camininando por las calles estrechas te topas con algún checo y decides formalizar -mentalmente- aquella ecuación de la que huyes?! ¡O mejor aún! Si decides defecar el t

Update 06.

Hace tiempo que vengo con ganas de escribir, pero no lo hago porque me viene la fiaca mental o porque s é que lo que escribir é no ser á muy bueno. Pasa pues,  que desde hace m á s de un a ñ o mis obras son impublicables (hasta en mi blog), supongo que fue el amor el que me volvi ó medio tonta y estuve como idiota por mucho, mucho tiempo … Ahora, eso no quiere decir que ya no est é enamorada, pero pues como que toca priorizar las pasiones, no? Y si sigo as í , no ser é lo que quiero ser (cuando sea grande). Haber, entonces, los pongo un poco al tanto de mis aventuras mundiales. Ya no vivo donde viv í a (en Bolivia), tir é todo por la borda -t í pico de m í - y me lanc é a conquistar el mundo y a vivir de lo que se me presente! Si, tan rom á ntico como suena!, pero m á s denso de lo que aparenta … Vivo en un nuevo continente, en un pa í s donde hablan un idioma muy extra ñ o y donde mis intentos por encajar -hasta ahora- han fracasado. Lo bueno del chiste, es que desde

Sórdida Camélida

Quiero cogerte nenita… Quiero sumergirme en tu piel y en tu pelo que huele a gloria cada vez que lo revuelves cerca de mi cara atónita de impulso… Quiero tomarte y quitarte la ropa; imaginarte y luego ver tu desnudez completa; esas pecas preciosas, esas caderas -que dices tú- son imperfectas, esos pies de colores, tu cintura infinita, tu sexo generoso y completamente obsceno… Pasar por tu cuerpo con mi lengua afilada, darte placer en todas tus guaridas y amarte como esa vez, ¿te acuerdas? Un Safari en África para no olvidar… Miradas de complicidad entre las pieles de animales inanimados, sesiones de amor en alfombras tupidas y orgasmos húmedos como tu boca y la mía… Besos de competencia…, lamer esos dientes es la perfección mi amor… Descubrir esas marcas que sólo yo y unos cuantos conocen, pero que ahora me pertenecen… Bajar por tu espina dorsal como si fuera el caminito al cielo… Marcar mis dedos en tu cintura, en tu espalda, lamerlos y acariciar tus pezones, mientras muerdo tu c

Paralelo II

Al fin entendió que las cosas tenían que ser así y no como las esperaba desde que tenía uso de razón. El pulso le temblaba, pensaba que era por la tremenda cantidad de hierba y ácidos que había combinado, o quizás por el  frío infame que ahora sentía, luego de haber sentido el calor en todos sus niveles, formas y colores. Todo su cuerpo olía a ella; su pelo negro todavía acariciaba las terminaciones nerviosas de su organismo, sus ojos enormes, tan grandes que parecían animalescos, le recordaban a esos lemures que salen en documentales de televisión. Sus labios, el sabor de sus labios y de su lengua suave, la yema de sus dedos y de ese cuerpo pequeño y enorme al mismo tiempo, esa cintura, esas caderas, esas piernas casi perfectas y esos dos pequeños pechos, los más hermosos que había visto… El olor de su sexo y su ombligo coronando el estómago de la mujer que tanto deseaba… Se preguntaba una y otra vez si había traspasado el halo hacia el paraíso y si esta vez no es

El sonido Bélico de la lluvia...

El sonido de la lluvia la hunde un poco más en toda la simpleza que su psiquis lo permite. Ha anhelado la inyección de adrenalina que tanto espera desde hace años, pero no la ve venir, no la ve llegar ni instalarse por debajo de sus pómulos ya viejos -ya lo han visto todo-. Se pregunta si sobrevivirá sin ella, si podrá continuar con su vida en el Caribe o donde sea… Piensa en que muchos años llego a ser la prolongación de colgajos que no quería tener ni ella ser… Que el espacio fecundo entre ella, él y la otra; era de vital importancia en una primera instancia, pero ahora se torna como una separación de ventosas en la pared interna de alguna bolsa donde alguna vez hubo algo vivo. No es que no la quieran, es que no la merecen -diría el buen Señor-, pero resulta increíble para propios y extraños que luego de toda la coyuntura de sus veintitantos años, aún siga con vida y erguida, incluso elegante, con ganas de “comerse al mundo”, y ser -de paso- la protegida del Rey mayor y del